27/9/11

¿PROHIBIDO?

"Te prohibo que te juntes con fulanito". "Te prohibo que veas tal canal de TV". "Te prohibo que pienses diferente" ."Te prohibo".


"Te Prohibo". Desde niño, supe despreciar y aborrecer esta frase con todas mis fuerzas. Mi instinto nunca la digirió, mi espíritu jamás la aceptó.

Difícilmente encontraremos un detonador más fuerte para la búsqueda implacable de la libertad, que ésta frase odiosa y fascista. Es usada por los padres con sus hijos, pero sólo hasta cierta edad, cuando el crío decide usar su libre albedrío y tomar decisiones que normalmente y por psicología inversa básica, van en contravía con lo que se les prohibe hacer. Y creo que en boca de los padres, es en el único lugar en que la prohibición hace sentido. Y ni así le hacemos caso, sobre todo los que no podemos vivir bajo un yugo creado por otros, para nosotros. Simplemente, no se puede.

"Te Prohibo", frase usada por dictadores, fascistas, psicóticos dueños únicos de la verdad y mágicos desaparecedores de aquel que no comparte su manera de ver la vida.

"Te Prohibo", frase usada también por especímenes ególatras, enajenados, locos, celosos, inseguros e incultos, y con la cual esperan obtener obediencia y sumisión ante sus calenturientas ideas, especialmente, donde los argumentos para convencer son nulos, escasos o simplemente, no buscados por pereza o rampante ignorancia.

Esta semana, la palabra Prohibir suena fuerte en el mundo. Cataluña prohibe las corridas de toros y las convierte en un tema ilegal. El estado, de manera "democrática" , como le ha llamado algun pseudo periodista de cuyo nombre no quiero acordarme, corta de tajo una tradición cultural y milenaria. Cualquiera que quiera verlo, sabe que el tema es político y con un sello separatista que no es novedad en la tierra de Gaudí y que finalmente, busca deshacerse de todo lo que huela a España, empezando por el idioma de Cervantes. Política, ni más ni menos. Y como en una dictadura, el pueblo catalán a partir de ayer, sigue órdenes explicitas de su gobierno sobre que puede ver o no ver, hacer o no hacer. Triste situación, aunque reversible de forma irremediable por su misma condición anacrónica. Démosle solamente tiempo al tiempo.

La prohibición azuza a los tiranos. Hasta a aquellos timoratos que se subieron a un ladrillo y se marearon, como algunos diputados de Coahuila, quienes ya promueve el tema prohibicionista dentro del Estado. ¿Resulta entonces que un señor que se autoproclama "científico social" en su cuenta de Twitter (el diputado Jose Manuel Villegas), que ha calentado una curul por trabajo y ha cobrado sueldos ridículamente altos como premio por la fiaca encorbatada a la que se entrega todos los días, y quien por cierto, sale de funciones en diciembre por gracia divina, es el que tiene en sus manos el poder de decirme que puedo y no puedo ver en mi país?.  Pues sin ningún respeto para el Diputado de marras: Está usted jodido. No pienso poner a su disposición mi voluntad y capacidad de raciocinio, solamente porque agarró bandera populista para lanzarse a algun otro hueso, perdón, puesto pagado por mis impuestos o para pegarse como una rémora a alguien que ahora tiene la posibilidad de succionar el presupuesto y repartirle las rebabas.

Si alguien no gusta de las corridas de toros, tiene todo el derecho de disentir y expresar su desagrado. También, tiene el derecho de NO IR a la plaza. También, se tiene el derecho de adoptar a un toro de lidia como mascota, aunque aún no veo a ningún antitaurino caminando por la calle con un Miura de 650 kgs, con sweatercito invernal tejido en casa y un lacito de colores alegrándole la badana, paseando histriónicamente por las Ramblas. Tampoco he visto una ganadería de reses bravas criada y cuidada por vegetarianos, hippies o miembros de PETA. Curioso caso.

Imaginemos la historia a la inversa, donde en ciudades taurinas como Nimes, la Cd. de México, Aguascalientes o Madrid, los taurinos peleásemos por OBLIGAR a toda la población a atender forzosamente los festejos de tauromaquia como una ley inquebrantable. Estaríamos prohibiendo el derecho a decidir  no asistir a donde no se quiere estar. Suena terrible, verdad?. Bueno, solo se llama Lado B.

Si no nos gusta un político, tenemos la opción de castigarlo en las urnas con un voto en contra, si no nos gusta lo que los líderes religiosos dicen desde el púlpito, tenemos la opción de dejar de asistir al rito que nos causa escozor y buscar otro, si eso nos hace felices. Si no nos gusta el programa que aparece en el televisor, nuestro salvador se llama botón de ON/OFF o en su defecto, Channel, dependiendo de las ganas que se tengan de levantarse del sillón.

Pero prohibir, eso es otra cosa. Mi pequeño dictador interior se arremolina en su asiento y pide a gritos que lo deje salir, que prohiba el derecho de los demás a disentir con mi escrito. Pero ahí se quedará, sentado y maniatado, porque para que ustedes pudieran leerlo o decidir no hacerlo, debió existir primero el derecho y la libertad que me permite escribir estas lineas y lanzarlas al aire hasta donde topen y el derecho del lector para aprobar o desaprobar mis palabras.

Finalmente, y de ambos lados, se ha ejercido la libertad y ésa, ésa no debe morir.

Do something..Freely.

Aureliano García


17/3/11

PISTOLAS QUE ESCUPAN LETRAS

Al ver la faz de los delincuentes que de vez en cuando y por tandas casi cronometradas atrapa la autoridad, es inevitable notar en esos rostros un toque de vulgaridad e ignorancia que es imposible de ocultar.

Son rostros demacrados algunos, mórbidamente obesos otros, lacerados por la pobreza extrema y el hambre, marcados por el rencor y el odio hacia la sociedad que los apabulló en sus años de párvulos y en algunos casos, rematados con la sorna de una sonrisa irónica, esa que dá la venganza en caliente, la que sabe mal, la que no sana, la que enferma, la que daña, la que mata. También, la que los hace en sus densos mundillos -en palabras de Michael Corleone- verdaderos "pezzonovante"

La mayoría de la gente los vé en los noticieros. Algunos, como el que escribe, hemos tenido la profunda pena de verlos a centímetros de distancia, blandiendo sus armas y vociferando con un léxico que no envidiaría el enfermo con el caso más grave de síndrome de Tourette. Y así, con tan triste facha y tan poco garbo, son capaces de hacerse -en segundos- del patrimonio ajeno, el que costó años forjar. Con su ropita floja, ordinaria, de urbe gris, con caballotes en las playeras para los mandos medios y marcas de nombres que seguramente no saben pronunciar correctamente para los jefes, así andan por las calles, por la vida...y por la muerte.

Un arma, fuertes dosis de ignorancia y cero conciencia son sus más grandes activos. Al ponerlos a trabajar, consiguen las cosas que el resto tratamos de obtener estudiando, leyendo, descubriendo y explotando nuestros talentos, empujando nuestros estudios al límite, buscando trascender y ser mejores homo sapiens. Para ellos, el "sapiens" sale sobrando. Pesa demasiado.

Una pistola contra un título universitario. Balas contra días de 12 horas de trabajo. Playeras Polo contra trajes, corbatas y sacos de cashmere. Ak-47's contra puertas transparentes, de vidrio, de negocios legales y establecidos para ejercer una profesión ansiada desde jóvenes. Violencia contra escuela. Terror contra honor.

El cuello de la cultura y el arte, de los valores, de la estructura familiar está siendo oprimido por la bota de piel exótica del palurdo. Un cuello asfixiado por el zapatito de marca del bandido que lo contrabandea, por la punta de una pistola de orígen ilegal y cañon humeante. La situación, a veces asfixiante, desespera. Ahuyenta. Olvidaba incluir en los activos de los delincuentes, las negras investiduras de algunos jueces engrasados a muerte por la mano ensangrentada que sostiene los billetes.

Creo firmemente, sin embargo, que no todo está perdido. Los brotes de acción civil empiezan a darse en la población. Los comités vecinales empiezan a buscar nuevas formas de cuidarse, de defenderse, de apoyarse. Los intelectuales hacen lo propio, presionando a las instituciones para que actúen o se vayan. Las instituciones educativas buscan ampliar su base de alumnos para pasar de ser una sociedad con base agraviable,a un pais con gente más agradable. Llegar a las mentes de las masas con cultura y libros es quizás, la jornada más dificil de librar por parte de universidades,colegios y sociedad, sin importar sus orígenes, consejales o bases fundamentales.

Si las pistolas escupieran letras, si las bocazas profirieran poemas, si los graffittis fueran Picassos y si las manos ofrecieran hojas de libros en vez de billetes, entonces las cosas empezarían a cambiar. Me rehuso a vivirlo en postpretérito. Nunca ha podido más la fuerza bruta que la razón. Las batallas las ganan los estrategas consumados, no los guerrilleros enajenados por su propio ego y por alguna que otra droga dura.Las muertes que se dan en una guerra, son dolorosas y sorpresivas para el que la pierde, pero calculadas desde el papel para el que las gana. Cuestión de poner las mejores mentes a trabajar en el papel, aunque eso implique un cambio de rumbo de 180 grados.

Algún dia, próximo por voluntad de todos, las letras y la buena fé derrotarán al plomo de una bala mal dirigida. Sacudirán la mano del que la esgrime contra todo lo bueno y volveremos a tener paz. No va a ser fácil, pero es que el camino ancho y sencillo conduce a la oscuridad de la ignorancia y la mezquindad. El camino tortuoso, pequeño, de pocos y angostos carriles, conduce finalmente a la virtud y a la paz.

Tomemos ese camino. No dejemos que a este país se lo trague el oscurantismo y la ignominia. Armémonos de pistolas que escupan letras. Su efecto puede ser lento, pero nos asegura un futuro añorable.

Do something!

Aureliano García

4/3/11

CÁTEDRAS DE BUROCRACIA

Historia real. Yo lo ví con éstos ojos y lo viví con éste jugo gástrico que aun me quema por dentro:

Lugar: Famosa tienda de artículos para mejorar la casa. Franquicia mundial.

Aqui los hechos:

Asociada (Así les dicen ahora): "¿No trae su tarjeta de puntos?..Uy no, pues tiene que salirse de la fila, ir a servicio a clientes, llenar una solicitud (por duplicado) regresar y pasarme el nuevo número para entonces poder solicitar a sistemas que nos haga la transferencia de su tarjeta anterior a la nueva y esperar 15 días a que se vea reflejado el nuevo saldo".

Mi respuesta:  "Señorita, déjelo así. Cóbreme y olvidemos la tarjeta de puntos. No tengo tiempo en lo que me queda de renga vida para hacer todo lo que usted me acaba de decir."

Odio y admiro a los empleados así.

Los odio por obvias razones: por ineptos, por ser un estorbo en lugar de un apoyo para que nuestra compra sea más feliz, por obtusos, cerrados y por su cerebro de corto alcance. Es un odio sabroso, porque hasta cierto punto, el maltrato ya es esperado. Normal. Y al rumiar nuestra desesperación, se cierra el ciclo. Otra mala venta. Otro cliente encabronado (Excuse my french). No importa, que siempre caerán más.

Pero también los admiro porque no cualquiera tiene la capacidad de desechar todo el entrenamiento (poco o mucho) que le dieron para conocer los productos y servicios de la empresa donde trabaja, y grabarse solamente, en lo más recóndito de su cortecita cerebral, a fuego y de manera indeleble,toda la política interna de la empresa con absolutamente todos y cada uno de los detalles ideados para hacer el flujo de la operación más lenta que el tracto digestivo de un aficionado a las tunas con queso de puerco.

Llega un momento en que logro distinguir en sus opacos ojos, el gusto malsano de poder embarrarnos en la cara el por qué nuestra solicitud es absurda, molesta e intransigente. ¿Que lo quiere envuelto para regalo? ...¿Que lo quiere para hoy? ...¿Que lo quiere en otro color?...¿Que lo quiere puesto en su casa?...y llegan las palabras que alegran sus negros y fruncidos corazones: "NO SE PUEDE. ES LA POLÍTICA SEÑOR. Y LA POLÍTICA ES SAGRADA. Y LA POLÍTICA, POR SUPUESTO,NO NOS LO PERMITE."

Y empieza la cátedra: Minutos de sesudas explicaciones de por qué no puedo llevarme solo el saco y no la corbata, de por qué no puedo dejar de firmar 400 duplicados para poder obtener mi saldo, mi crédito, mi llave extraviada del auto. Lo recitan de memoria, con entonación de actor de Broadway,con una mirada que denota hastío y fatiga de tener que volver a decirle al cliente no solo que NO, sino POR QUÉ NO. Al final de la diatriba, se nos quedan viendo esperando que uno les agradezca el habernos puesto en nuestro lugar y casi esperan que nos disculpemos por haber nacido con semejante grado de estupidez en nuestras venas.

¿Cómo se nos ocurre ser clientes y pedir algo fuera de política (por cierto, desconocida e inservible para nosotros)?...¿Qué clase de animales somos que nos gusta sentirnos diferentes, bien tratados, dignos de una excepción o ya de perdida, dignos de una explicación de CÓMO SÍ se pueden hacer las cosas?. Al parecer, el ser cliente, a la vista de muchos del otro lado del escritorio significa "Vengo a joderte. Defiéndete" . Y que mejor defensa que la biblia del zángano, el credo del burócrata, el Popol Vúh del mediocre, el Corán del huevón: La política corporativa.

¿Y si en vez de machacarse tan duro la política se aprendieran 10 características y beneficios de cada uno de los productos que venden?...¿Y si se tomaran 5 minutos para conocer al cliente y ofrecerle soluciones personalizadas y no cátedras de burocracia?. Y si las empresas se dejaran de tanta cuadrícula mental y flotaran libremente en el conocimiento de que el mercado es de compradores, que sus politicas cuadradas se convertirán en cárceles,en  jaulas que asfixian la cratividad y que la política cerrada de una empresa se convierte en la oportunidad de crear una ventaja competitiva para otro en un mercado dominado por un cliente apolítico corporativamente hablando? ¿ Y si pensaran en cómo hacer el negocio y no en cómo complicarlo para parecer más interesantes, sofisticados y absurdos?

Cátedras de beneficios. Cátedras de ventajas. Cátedras de razones para quedarse. Cátedras de evangelización de clientes. Cátedras para convertir al rudo en predicador. Cátedras de soluciones.Cátedras de Sí. Esas cátedras son las que ANSIAMOS escuchar, porque para oir tarugadas, basta con prender la TV.

Do Something!

Aureliano García

11/2/11

SER VICIO

¿Se han preguntado por qué cuando hablan al área de "servicio al cliente", les atiende un pseudo ser humano que repite un script de manera robotizada, casi siempre en un acento que ni por error se parece al de nuestro país? Ésto cuando hay suerte, porque otras veces el "ejecutivo" de servicio es simplemente una máquina o una grabación.

La respuesta es fácil: Porque el concepto que algunas empresas tienen de "Servicio al cliente" es mas o menos así: "Los atiendo, siempre y cuando me cueste lo menos posible. Y si lo menos posible significa contratar a personal en Bombay que cobra 2 dólares el día, pues que así sea."

Esta situación en mi opinión tiene 3 grandes falencias:

1) HIPOCRESÍA. Es una FARSA llamarlo Servicio al Cliente. Cuando la opción para atender a la base de nuestro negocio es escatimar los recursos al máximo, estamos dando todo, menos servicio. Y no los llamen clientes tampoco, no es justo. Un cliente es alguien a quien se cuida y se respeta, no se le avienta a una máquina o a un obrero mal pagado que no da 3 cacahuates por la persona que se encuentra del otro lado de la línea.

2) DESEMPODERAMIENTO. El contestar llamadas mediante un script no solo es monótono, sino que de inmediato deja en claro que la persona que contesta no está empoderada para resolver cualquier situación que se salga de lo que lo obligan a leer y contestar. El sentido comun se encierra en una hoja de papel y se esclaviza de manera patética. La excepción en estos casos, es solo una utopía.

3) SUBESTIMAR LA INTELIGENCIA. A menos que el cliente sea sadomasoquista, a NADIE le gusta ser tratado de manera fría, descortés y "mainstream", o para ponerlo en castellano, como si uno fuera "del montón". La venganza más dulce para el cliente es el desdén y el abandono para la empresa que decidió ponerlo en el último lugar de su lista de prioridades. Ningún cliente es tonto: Es tonto el que lo cree.

Dar "Servicio" ya no es válido. Es lo mínimo aceptable para entrar a este mercado de compradores súper informados, deseosos de experiencias novedosas y delicados cual jarrito de tlaquepaque. Y aun así, dar "servicio" es un boleto directo y sin escalas a la quiebra si no se lleva el concepto al siguiente nivel.

En vez de servicio, propongo apuntar a algo mucho mejor : Ser-Vicio.

Ser vicio es causar adicción. Es darle al cliente una sensación tan impactante que lo haga venir por más. Es volverse loco de atar por los detalles y dejar al cliente no solo feliz, sino sintiéndose poderoso y exitoso al mismo tiempo.

Ser vicio es tomar las cosas de manera personalizada. Es tener a humanos inteligentes atendiendo las necesidades de los clientes y es dar empoderamiento para que se tomen las acciones necesarias para que cualquier situación se resuelva de manera favorable para ambas partes.

Ser vicio es ver como cliente.Pensar como cliente. Sentir como cliente y tratar como cliente a los demás.

Ser vicio es estar siempre atento al detalle que hace la diferencia. es dar un poco más de lo esperado. es grabarse por siempre en la memoria del que siente la adicción.

Ser vicio es infectar a los demás con las ganas de ser atendidos de manera impactante.Es generar envidias y atraer a más clientes a la nueva sensación de ser tratados con dignidad cortesía y efectividad.

Ser vicio, es ser de verdad.

Ser vicio a clientes. Un área que hace falta en las empresas. ¿La abrimos?

Do something!

Aureliano García

4/2/11

UNA PIEL MÁS GRUESA

"Los mexicanos nos reímos de todo, hasta de la muerte".

Nos reíamos.

Recuerdo cuando ésta frase era cierta. Recuerdo cuando los mexicanos teníamos un mejor sentido del humor y sabíamos en realidad cuando la broma era "madreada" y cuando de plano era necesario defenderse con toda el alma. Sabíamos la diferencia y la usabamos a discreción.

Reza el dicho que "el que se ríe, se lleva". Y vaya que nosotros somos buenos para reírnos de los demás y de manera picante, agresiva y socarrona a más no poder. Somos expertos en hacer chistes de gallegos, en contar historias donde el mexicano se "friega" al gringo o al europeo, prácticamente destrozamos a Kalimba, el cantante pop acusado de violación, recientemente liberado por la justicia campechana. Y no solo lo atacamos por el delito que se le imputaba, sino por el color de su piel. En fin, sabemos perfectamente como burlarnos de los demás y al hacerlo, sabemos que lleva implícito el derecho de retaliación de los aludidos.

Pero de pronto, nos volvimos delicados. Nos gustó hacer, pero que no nos hagan. Nos volvimos fácilmente ofendibles, sensitivos y hasta cierto punto, ciegos ante la realidad en la que vivimos y ante la percepción que de nosotros se tiene desde hace siglos en el extranjero. Así nos ven, no significa que así seamos, pero hay que recordar que en la vida como en los negocios, "Percepción es Realidad". Me refiero al escándalo mediático que se suscitó por las declaraciones vertidas en el programa Top Gear de la BBC de Londres.

Dedicado desde hace 13 años a la industria automotriz, puedo decir que he vivido entre autos demasiado tiempo. Soy asiduo fanático del programa en cuestión y, para los lectores que también lo sean, no será ninguna sorpresa el ácido sentido del humor que los comentaristas aplican CON TODO EL MUNDO. No hay país o nacionalidad que no haya pasado por sus manos en términos de mofas y estereotipos, muy típicos del humor inglés. Sin embargo, para una vasta mayoría de mexicanos, Top Gear no era más que otra serie de palabras en inglés que no les hacian ningún sentido y las cuales jamás habían escuchado en su vida. Ésta gente es la que MÁS se ofendió. (Aquí pueden demandarme por denigrar el nivel de inglés del mexicano promedio).

Tantó caló el tema en el sentimiento de algunos, que ya hay una demanda de una tal Iris de la Torre, por racismo, contra la BBC. La señorita de la Torre, por cierto, decidió estudiar joyería en Londres y vivir en libras, despreciando la educación que se imparte en su "querido" país. Me imagino que no le gustó la idea de aprender el forjado de la plata en Taxco y cambió sus opciones locales por una escuelita flemática en Picadilly St.

Doble Moral, se llama. Les guste o no.

Creo que debemos poner las cosas en su justa proporción. Somos el país con más obesidad infantil en el MUNDO entero, en este momento somos percibidos en el exterior como un estado fallido gracias a las noticias de áspera violencia que salen al mundo desde México (no me lo leí, los comentarios los recibo todo el tiempo en los diversos paises que por mi trabajo tengo en suerte visitar. Nos ven muy averiados, es la realidad). Tenemos políticos bandidos, diputados narcotraficantes, gobernantes corruptos y vergonzosos.Tenemos NINIS que viven viendo la tele y chateando, pero no salen a buscar trabajo. Mi esposa lo dice y lo dice muy bien: Trabajo HAY, pero falta salir a por él. ¿O qué?..¿se los deben llevar a domicilio?. Todo esto lo sabemos. ¿Por qué nos ofende que nos lo digan??. Desde que era niño, recuerdo que en las películas de Hollywood, siempre han presentado a México como un pais polvoso, recorrido por grandes tolvaneras y enormes cactus rodantes, vigilados por la mirada de un bigotón ensombrerado recargado en un nopal o en la pared de una vieja cantina. La ofensa nos la han hecho siempre. ¿De dónde nos salió lo nenitas?

Se vale defender a México, pero hay que escoger mejor nuestras batallas. No todas valen la pena. No todas deben pelearse.
Son tiempos difíciles y requieren fortaleza para enfrentarlos. Necesitamos crecer una piel más gruesa o terminaremos viviendo una vida llena de pesar y de sinsabores sin tener necesidad.Si el saco no te queda, ¿para qué te lo pones?..Y si te queda, pues disfrútalo.

Una piel más gruesa. Una buena solución.

Do Something

Aureliano García

10/1/11

TRIBUTANDO AL TLATOANI

Pagar impuestos es una obligación milenaria. Ya sea en forma de comida, animales, joyas, metales y hasta vidas de mujeres o jóvenes, los tributos a los grandes Reyes Aztecas (Tlatoanis) eran entregados sin falta, ya que no hacerlo significaba la muerte más terrible y el deshonor para el infractor. En todas las culturas, los gobernados tienen obligaciones con sus gobernantes y viceversa, de manera legal, ilegal, con lujo de violencia o en santa paz. Dicen que en esta vida solamente no hay salvación para 2 cosas: la muerte y pagar impuestos.

El acuerdo tácito entre ciudadanos y gobierno es : "Yo te pago impuestos y proveo los recursos para que Tú los uses de manera eficiente, justa y transparente. Así, nos ayudas a cubrir nuestras necesidades comunitarias".Suena a un trato justo. Debería serlo. Pero casi nunca lo es. Y es aquí donde comienzan los problemas. Lo que debería ser un flujo de dinero enfocado en la mejora del país, termina siendo un barril sin fondo para alimentar una burocracia morbidamente obesa y repugnante, asi como los bolsillos de políticos corruptos, descarados y bandidos, que gozan de los tributos al más puro estilo de Moctezuma en sus buenos tiempos.

Como ciudadanos, vemos que la planeación de los presupuestos se hace al vapor, el último día, por 500 diputados y otros tantos senadores mantenidos por el erario, muchos de los cuales no se paran un solo dia a trabajar pero puntualmente reciben sus famosas "dietas" de cientos de miles de pesos mensuales, bonos, viáticos y demás linduras. Todo este grupo de trajeados, decide el presupuesto con grandes fallas, omisiones y con prisas vergonzosas, votando en la madrugada para cumplir con los tiempos, los cuales se desaprovecharon por meses y meses antes de esa fecha final.

Ya que está aprobado el presupuesto mal hecho,empieza la recolección. Los ciudadanos pagamos y vemos los resultados en nuestras colonias, ciudades, municipios, estados y paises. Con honrosas excepciones, la desilusión es mayoritaria: Se invierte poco en educación, se descuida al campo, se invierte en salud con mucha reserva y el dinero para adquirir la infraestructura para obtener los medios de producción y pasar del tercer al primer mundo, simplemente se olvidan. Mexico acaba de tener un superavit por ingresos de petróleo. Todo se ha gastado en importar gasolinas (al menos eso es lo que nos dicen). Éste es un tema que como ciudadano me hace agachar la cabeza por la vergüenza de ver como se ha dilapidado el mayor recurso y el mas poderoso activo de México. Somos bananeros. Con Lideres bananeros. Sí, lo malo es que lo bananero lo paga nuestro dinero.

La inseguridad en México indica el mal uso de los recursos para enfrentar al crimen organizado. La burocracia interminable, comiéndose la mayor parte de cada peso que pagamos de impuestos, indica el poco sentido empresarial que hay en el gobierno. Hacer 4 horas de fila para denunciar el robo de mi camioneta hace un par de meses, 4 horas para dar de baja las placas este fin de semana y casi 1,000 USD por pago de tenencia, es el proceso "normal" para este tipo de casos.No se cual robo me ha podido más.

La tenencia, un impuesto de 1968, "temporal", para subsidiar el costo de los juegos olímpicos de ese año sobrevive aun en nuestros dias. Decidí no pagarlo el año pasado como protesta ante una aberración fiscal con la que difiero profundamente. Pero para dar de baja las placas, tuve que liquidarlo. Si no, las fechorías cometidas en mi auto, serían achacadas al que ésto escribe. Es injusto, porque la única fechoría de la que me hago responsable es la de escribir este blog. Y así cada año, millones de personas siguen llevando al gran Tlatoani gubernamental, el tributo de un impuesto estúpido, pasado de fecha pero muy cómodo para los gobiernos, ya que les ahorra el esfuerzo de pensar en como aumentar la base gravable y cómo meter en cintura a los evasores.

Es hora de exigir con más fuerza el buen uso de nuestro dinero. Ver policías gordos, malpagados y desarmados "defendiéndonos" es vergonzoso. Transitar por calles llenas de baches, viajar por carreteras descuidadas, ver las calificaciones de los maestros y alumnos en los exámenes de desempeño escolar y darnos cuenta que somos de lo más bajo que hay, ver morir nuestro campo, ver salir nuestro petróleo y pagar 5 veces más su precio original por verlo regresar ya procesado, es sumamente doloroso. Ver como 499 haraganes (diputados, les llaman) y un haragán mayor de nombre Jorge Kawahgi , se sientan en el congreso a dormir, chatear o jugar con sus Ipads (también pagadas por nosotros) para luego saturarse de dinero con sueldos absurdos es una bofetada con mano de hierro a los ciudadanos.

No es mi propuesta el no pagar impuestos. Al contrario. Personalmente, los he pagado por más de 13 años sin falta. El gran Tlatoani aun logra presionarme para no caer en fallos. Mi propuesta es pagar los impuestos justos, que hagan sentido, exigir que haya transparencia en el uso y vetar las pésimas decisiones que se toman a diario en las altas esferas politicas de este pais.

Si los impuestos son altos pero la retribución del gobierno hacia sus ciudadanos es de primer mundo, el balance se encuentra. Hacia allá debemos caminar. La acción civil debe ser cada vez un factor decisivo para el buen vivir y el mejor convivir en la relación gobierno-gobernados.

El Tlatoani, en mi opinión, está colocado del otro lado de la mesa. Regresémoslo a donde pertenece. El Tlatoani somos nosotros. Hagámoslo valer.

Do Something!

Aureliano García

2/1/11

A BRAZO PARTIDO

Si lo pensamos bien, lo único que nos vamos a llevar de éste mundo matraca, es nuestra reputación. Y ésa nos la vamos forjando desde niños. Pero para mantener el buen nombre, hay que luchar -muchas veces- por defender a brazo partido las verdades en las que creemos.

Y pelear a brazo partido significa muchas cosas: Enfrentar nuestros miedos, encarar enemigos, no aceptar un soborno, cumplir con la palabra empeñada, no aceptar injusticias, señalar al mentiroso, defender al despojado, decir las cosas claras aunque levanten ámpula, ser justos con el prójimo, ser implacables con los imbéciles, predicar y aplicar, dar el ejemplo, aguantar las tormentas estoicamente y levantar la cara ante la adversidad. Pero sobre todo, defender nuestras convicciones. Luchar por la verdad. 

La mejor forma de dormir tranquilo es cuando nuestra conciencia lo hace de la misma manera. Cuando sabemos que hemos hecho todo durante el día para vivirlo de acuerdo a nuestros valores. Nada entristece más que la figura de un hombre con el rostro agachado y el cuerpo encorvado, meditando en "lo que pudo ser" si solo hubiera tenido el valor de enfrentarse a lo que fuera por sus ideales. Muerte en vida, creo que le llaman.

Solo tenemos una oportunidad para decidir nuestro actuar y para definir nuestro valor personal. No aprovecharla es una buena forma de arruinar nuestra vida y la de los que nos rodean. El camino no es fácil, el miedo y las tentaciones son la mala yerba que cubre la cuneta de la carretera de nuestra vida. Enfocarse en la senda y no distraerse es una buena forma de comenzar. Y cuando los retos lleguen, es entonces que mediremos la fuerza de nuestro brazo, de nuestras convicciones y sobre todo, de nuestro corazón

Al final del día, lo ÚNICO que tenemos con nosotros es nuestra reputación y el valor de nuestro nombre, de nuestro apellido y sobre todo, de nuestra buena (o mala) fama.Y que mejor fecha que el inicio de año para pensar un poco en el estatus de nuestra propia reputación, personal y familiar, gremial y laboral.
Es nuestra obligación decidir que es lo que queremos dejar como recuerdo de nuestra vida y que le queremos dejar a nuestros seres queridos como herencia moral.

Hoy es un buen día. Feliz 2011

Do something!

Aureliano García