¿Y EL APÁ, APÁ?

Regresaba de un viaje al extranjero la semana pasada y como el viaje era mas o menos largo, me compré un libro que llamó poderosamente mi atención. "Home Game" era el título, el autor es Michael Lewis , y para hacer la historia corta, el tipo hace un relato sobre las peripecias que,como Papá, ha pasado con sus 3 hijos.La moraleja final es que los Papás son desplazados  a segundo término en cuanto los hijos llegan. Y siendo esta una ley casi natural, no queda más que aguantarse el cambio y vivir con ello.

Lo leí en una sentada, me reí mucho y pensé que, siendo el tono del libro bastante cómico, pues mucho de lo que ahí se narraba eran exageraciones. Creo que me equivoqué. El autor habla en serio. Y la parte cómica no era tan cómica, es mas bien profética. Lo descubrí al siguiente dia de haber leido el libro, cuando mi esposa y yo decidimos visitar la famosa "ExpoBebé", que se llevaba a cabo el fin de semana y ¡no volvería nunca más! (La realidad es que vuelve cada 3 meses pero les encanta hacerla de emoción).

La experiencia es digna de narrarse:

1) Desde que llegas, el evento ya te dice por donde va la cosa.Te cobran por entrar a comprar cosas. Hay "cover" pero no incluye ni barra libre ni un traguito gratis ni nada. Yo pensaba que era "Expo Bebe", me equivoqué al no acentuar la ultima é.

2) Ya que pagamos el Cover, llegamos a la entrada, donde dos señoritas nos piden los boletos para "el registro" y para "una rifa". A mi me devuelven el mio, porque a la rifa "solo entran las mamás que estén embarazadas". Me sentí más discriminado que Jorge Campos sin papeles en un barrio bravo de Arizona. La mamá está embarazada y, aunque no les guste aceptarlo, los papás contribuimos de manera importante a que alcanzaran el estatus de ingravidez. Asi que, un poco mas de respeto a nuestra labor fecundadora, ¿no creen? De jodido, déjenos entrar a la rifa!

3) Después de mi exabrupto por ser excluido de los juegos de azar de este magno evento, entramos al lugar. Había puestecitos por todos lados, de todos tamaños, vendiendo cualquier clase de cosas, la mayoría de ellas inútiles. De frente a nosotros, apenas a escasos 5 pasos de haber entrado, una pantalla gigante mostraba sin censura, un video de una cesárea que, además de ser muy impactante y sangrienta, parecia que mostraba el nacimiento del "Macetón Cabrera" o de "Lord Farquaad"...una cabeza ENORME se asomaba de la terrible incisión y los doctores sacaban al muchachito como si estuvieran haciendo churros y lo aventaban todo morado y lleno de sangre a una especie de manta donde lo empezaban a limpiar. La película de la cesárea era un "loop" interminable y yo no podía de la impresión de ver a las señoras ( incluida la mía) y a los papás (incluido yo) que pasaban por ahí, con una cara de absoluto terror y espanto viendo las imágenes. Y después de ésto, llegaban las vendedoras a ofrecer la explícita cesárea con descuento en el hospital "Venga a parir y sufra como hembra de la selva SA de CV".

No, muchas gracias.

3) Despues del susto, seguimos por los pasillos. Había al menos 30 empresas que hacen la criogénesis del cordón umbilical para guardar las células madre, otras tantas no sé qué carajos hacían con la sangre del bebé y te la guardaban por siglos en unos refrigeradores muy "nice" (y muy caros), chupones con dientes cómicos que me parecieron terribles (se los pones al niño e inmediatamente se les ve la boca como si fuera Luis Miguel antes de que le juntaran los centrales con unos fórceps), había también ropita, juguetes y luego unos sitios especiales para clases de Lamazee, cursos psicoprofilácticos, nutriólogos dando charlas a dos o tres parejas que como zombies, se dormian ante unos slides de powerpoint que solo daban pena ajena. Por supuesto, enseguida de la nutrióloga desairada, el puesto de conchitas con queso y crema, nachos, elotes y papas fritas con salsa valentina estaba a reventar.

4) También se maneja fuertemente la mercadotecnia de lo absurdo. Habia un área con unos silloncitos tipo lounge, en donde una horda de vendedores que hacían ver a los de tiempo compartido de Los Cabos como inocentes corderitos, hacian de las suyas vendiéndole a los emocionados papás, el sistema que haria de sus hijos absolutamente políglotas antes de los 2 años de edad. Les vendian la cajota con todos los CD's y demás libros para que los chamacos fueran como Juan Pablo II o como Linda Blair en El Exorcista, hablando en más lenguas que las que se ven en un beso de Niurka Marcos. Por supuesto, también habia un señor muy trajeado que vendía desde ya, los seguros para la universidad del niño. (Me parece un negocio muy optimista, sin embargo, primero esperemos a ver si el chamaco salió con materia gris, no vaya a ser que le dé por que quiere ser actor de TV Azteca o político o comentarista de futbol de Televisa, ahi si que ni para que le inviertes: el niño es caso perdido). En fin, se juega fuertemente con la ilusión de los papás.

5) Por último, habia varios lugares en donde se recomendaba tomar en un estudio profesional, la foto de la pancita de la mamá. Hasta aquí está bien, me parece un lindo detalle y un bonito recuerdo, la mujer embarazada es absolutamente hermosa. Pero en las fotos de ejemplo, había señores sin camisa junto a sus esposas, y exhibían sus panzas también al aire, aunque parecía que ellos estaban más embarazados que la esposa. Creo que hay que saber donde termina el buen gusto y comienza la plena y absoluta vulgaridad.

Un hecho indiscutible es que, en todos lados, el papá está multiplicado por cero. No existimos. Somos los que sacamos la cartera y se espera que lo hagamos rápido y en silencio. ¿Y saben que?..no importa. Creo que aunque el mercado del nacimiento del bebé está enfocado por obvias razones a las mujeres, los hombres aun podemos divertirnos tomando la parte que nos toca. En mi caso, afortunadamente, Yazmín y yo decidimos todo lo relativo al bebé en equipo. Nos gusta preguntarnos cosas y evaluar las alternativas. Esto hace las cosas más fáciles y me ofendo menos de que los "vendedores" no me hagan caso y solo le hablen a ella. Al final, la decisión es de los dos. No todos corren con mi buena suerte.

También vi, que en muchos casos el señor no es tomado en cuenta para nada, ni siquiera por su esposa. Anexo la foto del pobre amigo al que lo sacaron del partido de futbol para que fuera a separar la fecha en el hospital (No pierda usted de vista el brazo fracturado y los zapatos de futbol en color rojo, una joya).

Vi caras muy felices pero también vi muchas caras de gran preocupación. Yo me divertí mucho, tanto que hasta me inspiró contar la experiencia en este espacio.

No compramos mucho, pero salimos contentos. Ya vivimos la experiencia y nos divertimos observando a otros que, como nosotros, están viviendo a tope la emoción de ser papás por primera, segunda o enésima vez. Ya no nos sentimos solos, hay muchos en la misma situación. Y yo, como próximo Papá, vi que como gremio, habemos también muchos que nos apoyaremos en nuestra ignominia y abandono del negocio de la maternidad. Ahi estamos, al pie del cañón, es nuestro papel y hay que abrazarlo y gozarlo.

Y Pensándole un poco, hay una enorme oportunidad de negocio para darle productos y servicios a los señores que también estan en "pleno embarazo".

Mi unica recomendación, es que debemos de hacer de manera urgente, la primera "Expo Papá". Me imagino que habría mucha cerveza gratis, video juegos, futbolitos, billares, dominó, Poker, dardos, golfito, libros, Go Karts, vinotecas, casas del Habano, un apple store, tiendas de corbatas y mancuernillas, zapaterias y boleros muy platicadores listos para lustrar nuestros zapatos mientras podemos leer el periódico. ¡Que bonita Expo! Y por supuesto, en la entrada, solo participa nuestro boleto. El de la señora, lo pueden tirar.

Do something!

Aureliano García