EL ABOGADO DEL DIABLO

Hace unos dias leía un articulo de Harvard Business Review que hablaba de lo rápido que se puede matar la innovación en las empresas, grandes o pequeñas. La conclusión a la que llegaban los expertos era que, entre más se cuestiona un proyecto, menores posibilidades hay de crear un rompimiento en el mercado y salir con algo totalmente diferente. Básicamente decía el artículo: CUESTIONA MENOS. ACTUA MÁS. APRENDE A PRUEBA Y ERROR. Básico, tan básico que da miedo. A algunos.

Muchas mentes frente a un proyecto tienden -por sentido humano básico- a destrozarlo y ver si sobrevive una avalancha de preguntas y cuestionamientos. Pocos proyectos superan esta ráfaga de "inteligencia corporativa", de "experiencia de muchos años", de "business savvyness" le llaman algunos más mamones; los pocos proyectos que la libran salen mutilados, vejados, recortados y terminan siendo una triste sombra de la gran idea que fueron antes de entrar al cuartel de fusilamiento. Solo un ínfimo porcentaje sale bien librado del escrutinio y termina normalmente siendo una gran idea que rompe esquemas, que abre mercados y que destroza a la competencia. Después de que esto pasa, las empresas que tuvieron la gran idea en sus manos y la masacraron con estupidez, se voltean a ver y dicen: " Que eso no se nos ocurrió a nosotros hace unos meses?... ¿Por que lo tiene nuestra competencia?"... ahora si, lancemos la idea mañana mismo!!!. Demasiado Tarde. Ya perdiste.

Y para saber y detectar quien en nuestro grupo es el que gusta de destruir ideas y salir de la junta como el "guru y maestro de los proyectos", hay una frase que los desenmascara de inmediato: "Déjenme ser el ABOGADO DEL DIABLO por unos momentos"....y dicho esto, viene después  una retahila de cuestionamientos, posiciones, regaños, sarcasmos, preguntas acidas y dolorosas que dejan impávido a quien tuvo la osadia de presentar una idea nueva y revolucionaria. Pero "no es en mal plan ¿eh?, tiene areas de oportunidad, quizas en el futuro..blah blah blah" dice el "abogado del diablo" al terminar su poderoso y destructivo speech, el cual cierra con estas palabras:..."ES POR TU BIEN. CREEME. YO SE DE ESTO".

Acto seguido, pueden pasar varias cosas:

-La mas común, es la desmotivación del innovador. Un cerebro masacrado y un espíritu deshecho es una imágen desoladora dentro de las organizaciones. Y la vemos más seguido de lo que quisieramos.

-Otra reacción es la desmotivación inicial y luego el famoso "Fight back" del atacado, que a veces resulta exitoso(dependiendo de la inteligencia, habilidad verbal y preparación previa del innovador) y a veces solo lo hunde más, dandole al "abogado" armas para encarnizarse y destazarlo más rapidamente.

-La opción más efectiva vs. este personaje, y desafortunadamente también la que menos se dá en la vida real, es el desenmascaramiento inmediato del "abogado del diablo" por parte del equipo evaluador del proyecto y su expulsion inmediata del proceso. Esta valiente actitud es la que hace que algunos proyectos se salven. Pero no es fácil. No es nada común. Y requiere Cojones hacerlo, sobre todo si el "abogado" ostenta un nivel de alto rango en la organización.

La solución es estar concientes de que esta figura de "Abogado del Diablo" no hace bien. Es dañina. Y es que pensándolo un poco, el diablo NO NECESITA ABOGADOS. Una vez que toda la organización entiende que no es nada cómico ni sabio ostentarse como tal, es cuando la creatividad tiene oportunidad de florecer. Lo dice Tom Peters en su libro Re-Imagine: "The cracked ones let in the light"; y es que son los locos, los diferentes, los apasionados, los pensadores laterales, los creativos, los que dejan pasar la luz a las organizaciones y necesitan un ambiente libre de "abogados del diablo" para desatar la creatividad al máximo.

Urge eliminar la figura "abogado del diablo" de nuestro léxico corporativo. El que la diga, pierde. ¡Hey!, y el que este libre de pecado, que aviente la primer ronda de cervezas ( ¡ah no!,así no era la frase, me ofusqué un poco, disculpen ustedes). La realidad es que TODOS hemos sido alguna vez "El Abogado del Diablo". Admito sin verguenza que yo lo he sido y a veces solo por molestar, por arrogancia, por aburrimiento, por "animar" la reunión. Seguramente todos en alguna ocasión, lo hemos practicado. Darse cuenta y reconocerlo es el primer paso.

Los siguientes pasos es tratar de convertirnos en lo que se me ocurre como "Abogado de la Madre Teresa" (Asi llamare ahora a las buenas ideas= Madre Teresa, con todo el respeto). Se entiende la figura. Imaginense la sala de reuniones llena, una super idea en la mesa y cuando salga el "abogado del diablo" a destrozarla, brinca del otro lado del a mesa, "el abogado de la madre teresa". Se pone buena la cosa. Porque las buenas ideas no necesitan detractores, necesitan apoyo, aire para que las llamas de la creatividad se aviven.

Todos hemos estado en alguna reunión tan creativa que nos llena de energía para el resto del dia. Todas las ideas valen, todo lo que sea por mejorar es bienvenido, nadie es abogado, todos somos ejecutivos comprometidos. Suena bien, ¿cierto?...¿Por que no hacerlas todas en este tenor?

Si nos topamos con algun "abogado del diablo", hay que andar amparados. Tengamos el valor de replicar. Se vale decir: "Hey, amigo Abogado, ¿por qué mejor no jugamos todos el papel de abogados de la Madre Teresa?. No jodamos la idea antes de intentar al menos una vez". No destrocemos sin antes escuchar o sin pensar si la idea recien expuesta tiene alguna salvación y quizás pueda ser nuestro siguiente golpe mortal a la competencia y nuestro proximo éxito comercial.

OJO. Cuando una idea es a todas luces mala y absurda, no se vale aventarse toda la Bullshit de "déjenme ser el abogadito del diablo por un minuto". Si la idea es mala: DIGAMOSLO CLARAMENTE y no nos escudemos en una figura ridicula para soltar nuestra mente. Preferible discutir de frente que escondido en un disfraz. Es de Cobardes. No lo hagamos.

Pero si la idea es buena, y el orgullo, la envidia o la arrogancia nos incitan a pedir al grupo el favor de dejarnos ser "abogados del diablo" por un minuto, respiremos profundo y veamos por el bien comun y no por un mezquino interés propio. Creo que nuestras organizaciones, empresas y negocios nos lo agradeceran.

Happy weekend.

Do something!...with no Advocates.

Aureliano García