ROADBLOCKS

“Una piedra en el camino, me enseño que su destino, era rodar y rodar…” Esta frase famosísima que cantara Don José Alfredo Jiménez, me da la pauta para expresar mis ideas sobre un tema al cual nos enfrentamos todos los días como seres humanos, como ejecutivos y también en nuestros ámbitos personales y familiares, Los famosos “Roadblocks” o las piedras en el camino que tanta sabiduría le aportaron a José Alfredo.

Un roadbock es un obstáculo que encontramos en la carretera de nuestra vida. Es ese obstáculo que dificulta nuestro avance, a veces nuestro crecimiento o el logro de nuestras ideas y objetivos. Un roadblock puede tomar muchas formas, pueden ser limitaciones físicas, traumas o miedos, pueden ser otras personas que nos complican la existencia, pueden ser también negligencias y perezas personales.

Y algo es constante en la vida: SIEMPRE HABRA ROADBLOCKS. SIEMPRE!. Algunos mas grandes que otros, algunos mas alejados que otros, pero ahí estarán, y ¿saben que?...¡Gracias a Dios por los obstáculos!. Son una gran oportunidad para aprender, para forjar carácter y para medir nuestro potencial. Estas piedras en el camino pueden ser los detonadores de habilidades y fortalezas que ni en nuestros mas remotos (dije remotos, no Re-motos eh?) sueños nos imaginamos llegar a tener.

Es nuestra decisión que hacer con estas piedras del camino. Todo depende de la magnitud del bloqueo o de la rudeza de la piedra. Hay obstáculos a los cuales es mejor darles la vuelta y seguir, estos son los obstáculos mínimos, pequeños, insignificantes. (Quejarse del tráfico, la gente grosera en las calles, se te acabo el shampoo y te das cuenta en plena ducha, etc). Ojala todos los roadblocks fueran como estos, desechables.

Sin embargo, para los obstáculos fuertes e la vida hay que tomar acciones y nadie nos salvamos de esto. Ojo, no tomar acciones también es una decisión ( mover o no mover la cuna, recuerdan?). Pero ante obstáculos más grandes las opciones pueden ser:

1) ENFRENTARLOS. Hay ocasiones en las que no nos podemos hacer tontos o desechar un obstáculo grande y evidente. Hay que enfrentarlos, con acciones rápidas, decididas, informadas y objetivas. Gente te molesta?...enfréntala. Los “Bullies” huelen el miedo y si lo permitimos, se nos van hasta el cuello. Información oportuna, calma pero también fortaleza y temple son necesarios para salir del atolladero.

2) MOVERLOS DEL CAMINO. Esto implica esfuerzo y dedicación, sudor y ejercicio, pero a veces toca mover los obstáculos a un lao del camino. Decía el magnate de las comunicaciones Ted Turner: “Lead, follow or get out of the way” (liderea, sigue o quítate del camino). Estos obstáculos casi siempre son internos, mentales y personales. Son los malos hábitos, la pereza, procrastinar (dejar las cosas para después), los estereotipos, las fobias, la mala alimentación, el poco ejercicio, los odios internos, etc. Aquí, lo único que nos salva es la decisión personal de hacer que las cosa sucedan y mucha, pero mucha, fuerza de voluntad.

3) DESTRUIRLOS: A veces, hay obstáculos que tenemos que destruir, ya que si no lo hacemos, s convierten en una especie de viruela. Cuando piensas que ya te curaste, vuelve a salir. Estos obstáculos son: Los chismes, las malas intenciones, la mala fama, el riesgo de que nuestra reputación sea mancillada, el “radiopasillo”, las ganas de meternos en donde no nos llaman, etc. Los roadblocks que requieren ser destruidos, son externos o internos, pero implican decisiones de vida fuertes y contundentes. El no eliminarlos por completo solo nos asegura que los volveremos a encontrar, fortalecidos y con muchas mayores dificultades para poder quitarlos del camino. Valor, es lo único que se necesita para destruir un roadblock. Pantalones bien puestos?...Adelante entonces.

Que nuestro camino tenga obstáculos y que la inteligencia y el corazón nos dicte la forma correcta de lidiar con ellos. Un camino plano es aburrido e insulso. Un camino hecho a base de sobrellevar las dificultades, eventualmente, termina bien y además, es infinitamente más divertido y provechoso.

Jose Alfredo lo dijo bien… ahora nos toca “rodar y rodar”…quizás sin llegar primero, pero sabiendo llegar.

Aureliano García