No soy analista político, tampoco pretendo serlo. Sin querer sonar como el decrépito y nefasto intento de anuncio del también intento de actor, Héctor Bonilla, puedo decirles que "Solo soy un ciudadano".
Solo soy un ciudadano que ha votado en TODAS las elecciones en las que ha tenido derecho a concurrir desde que cumplió la mayoría de edad. Soy un ciudadano que paga impuestos puntualmente, no evade al Fisco y que puede mencionar sin titubeos los 3 libros más importantes que han marcado su vida.
Durante casi 18 años de vida cívica, he votado por 2 presidentes de la República que han dejado mis expectativas en niveles de profundidad que ni Pipín Ferreras ha logrado alcanzar en sus inmersiones en el oceano. He visto a Gobernadores como Rodrigo Medina destruir un estado antes próspero y seguro como Nuevo León, a Fernando Larrazábal ser premiado con una senaduría plurinominal por no hacer NADA por Monterrey y por salvar a su hermano, el vende quesos, de sus trácalas en los casinos de la ciudad. He visto a Pedro Ferríz de Con llegar al congreso con mas de 6 millones de firmas exigiendo la desaparición de la mas alta ralea de zánganos, los pluris, ser ignorado olímpicamente por la banda de canallas que "legislan" en el país. He visto mucha política y puedo afirmar que he visto lo suficiente. He votado lo suficiente. He aguantado lo suficiente.
También, me he fastidiado un poco de ver la cara de desaprobación, ojos en blanco, cuchicheos y una que otra bofetada y escupitajo cuando respondo "Lo voy a ANULAR" a la pregunta incómoda y de mal gusto que mucha gente hace: "¿Y por quién vas a votar?". (La respuesta automática que llega a mi mente es: ¿Qué carajos te importa?") Pero ante la insistencia, confirmo: LO VOY A ANULAR.
Si usted, estimado lector, es de los que piensa que anular el voto va a ayudar al PRI o que es una forma ñoña de protestar, pare de leer. Lo que sigue no le va a gustar. Pero, si sus sinapsis neuronales aun funcionan medianamente bien, puede seguir leyendo.
Ojo: ANULAR no significa "No voy a ir a votar". Por supuesto que iré, haré fila, tomaré mi sobrevaluada crayola negra seguramente comprada por 100 veces más que su valor original, gracias a los proveedores cuidadosamente escogidos por los patanes del IFE, entraré en la casilla y tacharé completamente la boleta. Luego, iré a la mesa a que me unten el dedo con tinta indeleble, esperando que no me carcoma la piel o que para las 12 del día no haya desaparecido como desaparecen nuestros impuestos en forma de bono, en las bolsas de los funcionarios de la institución "organizadora" del evento. Aclaro, que aunque no carecería de argumentos para hacerlo, mi anulación no obedece únicamente a los temas descritos con anterioridad y que han formado mi juicio sobre el tema. La anulación obedece -y es que hay que verlos para creerlos-, a la humillante y paupérrima calidad tanto intelectual como humana de los personajes que se esgrimen como la esperanza de México, los salvadores del país, los adalides de la democracia, las florecitas del pantano. Y aunque dicen que Dios no castiga 2 veces, aquí nos ha dado cuatro hostias monumentales entre ceja y oreja.
No hay que ser un genio para darse cuenta de que, a menos que se registre un magnicidio, Enrique Peña Nieto será el próximo Presidente de México. 30 puntos de ventaja en las encuestas, un operativo mercadológico trabajando 24/7 para él, Televisa en descarado apoyo a su campaña, el grupo Atlacomulco y Carlos Salinas, blandiendo al ungido al que han (mal) entrenado por años para recuperar Los Pinos. Es una estructura difícil de romper. Pero el hábito no hace al monje. No hay peor enemigo para Peña Nieto que ÉL mismo y su acartonado estilo verbal y cerebral. Hecho a base de scripts, con niveles de improvisación e ingenio vergonzosos para cualquiera que se digne de ser un buen mexicano, y con niveles de cultura bastante cuestionables, el candidato del PRI es un dinosaurito encopetado, protagonista de telenovelas rosas e historias de terror y misterio entrelazadas que mortifican a los letrados y enamoran a algunas señoras. No saber de que se murió el amor de tu vida y no responder por hijos regados es algo que no pienso juzgar, esa es su bronca, pero ¿si no te preocupa que tu sangre coma bien, qué carajos te va a preocupar el salario mínimo de la gente o los quehaceres de la señora de la casa?: VETADO.
Es más fácil que un rico entre por el ojo de una aguja a que el que esto escribe le dedique su voto a la señora Josefina Vázquez Mota. Un personaje gris de la política mexicana, perrito fiel del presidente en turno, con graves trastornos psicológicos que evidentemente afectan su nivel pensante y se refleja en entrevistas donde aparece sedada o ebria, en donde sonríe como una demente ante un estadio vacío el día de su toma de protesta y sale a los medios a decir: "Yo lo ví lleno". Definitivamente, Someone flew over the cuckoo's nest. Exhibicionista de joyas finas, aviones y helicópteros privados y ropa de High Couture, Josefina es una de las peores decisiones que el PAN ha tomado en los últimos años. Sus declaraciones son una sucesión de eventos desafortunados que ni Lemony Snicket hubiera podido imaginar.
Pareciera que en el PAN quisieran salirse ya de Los Pinos y regresar por un rato a la bancada opositora, donde es mucho más fácil vivir la vida loca y no tener que responder por 70,000 muertos y una guerra perdida desde el papel, entre otros jocosos detalles. Josefina es la opción del PAN para salir de Los Pinos. Olvidan que la historia no perdona y que estos 12 años de gestión saldrán a relucir más de lo que quisieran en los debates camarales, aun siendo oposición. Por cierto, Josefina, ¿Quién paga el avión privado? : VETADA.
De Andrés Manuel López Obrador hay poco que decir. El ya fue el Presidente Legítimo de México los últimos 6 años, lo cual lo excluye de la contienda ya que en este país no hay reelección. Además, un izquierdista con un estilo de vida de repúblicano de Maryland, pues como que no hace mucho sentido. Ya nadie le cree lo del Tsuru, porque le queda chico a sus mansiones de Interlomas y otros exclusivos sitios de la ciudad. Además, el hombre está quemado, muy cansado, más gastado que llanta de primer coche de Junior con influencias. Por favor, ya retírenlo: VETADO.
Y bueno, nos queda Gabriel Quadri. Lo menciono porque siempre me han caído bien los atizados, los que se fuman el pasto y cuentan la experiencia en Technicolor. Pero, desafortunadamente mi querido Gabriel, un Títere no puede ser presidente, al menos no tan descaradamente. Deseo fervientemente que la falta de votos le quite el registro a un partido que chupa y succiona recursos del erario para sobrevivir y que se resiste a dar la gracias, disculparse e irse. VETADO, hermano falso de Charly García: VETADO.
Esta es la caballada: Enjuta de carnes, cual Don Quijote.
No es justo para México escoger "El menos peor". Esta es la gente que dictará leyes, establecerá programas, combatirá el crimen (Si es que se puede combatir la propia esencia), nos representará en el extranjero con niveles de inglés que no servirían en una entrevista de trabajo en el mundo real, ni siquiera para cubrir un entry level. Como mexicano, me opongo a que cualquiera de estos 4 palurdos sean mis representantes. NO tienen capacidad para gobernar México y es en mi opinión, una gran irresponsabilidad elegirlos y empoderarlos con un voto a favor.
Así pues, elijo no elegirlos. Me divierte la idea de un resultado que arroje ingobernabilidad y que obligue a una búsqueda de nuevos candidatos. Me divierte aun más la idea de una reforma constitucional en donde se establezca un perfil mucho más robusto para poder ser Presidente de la República. Me divierte porque sé que no va a pasar hoy, pero estoy seguro de que en algún momento, México llegará a tener un nivel de madurez en el cual, si las opciones que se le presentan le desagradan, podrá decir "No, gracias. Next." sin ningún tipo de remordimiento cívico o moral. Ojalá me toque ver a ese México, el que cuestiona y confronta, el que no se vende por una despensa, el que entiende su posición dentro de la vida democrática y no se conforma con el próximo bandido, solo porque "Así lo dispuso el IFE y los partidos políticos". Ojalá me toque ver al México de candidaturas ciudadanas independientes que no necesiten llenar de plástico la ciudad y de mierda la TV para allegarse votantes, porque la honestidad, la verdad y la altura de miras son las que deben hacer el trabajo de arrastre.
Solo soy un ciudadano y este año, en la casilla, tomaré la acción cívica más importante de mi vida como votante: Anular mi elección.
Que así sea.
Do Something!
Aureliano García