Dicen que "Chango viejo no aprende maroma nueva". Se que no es lo mas elegante compararme con un primate y mucho menos de avanzada edad, pero para efectos de la experiencia que quiero platicar, voy a hacer el intento.
Desde hace muchos años (esto explica lo de la edad del chango) he sido tenista aficionado. Tuve la oportunidad de jugar en la universidad y tomar clases con grandes jugadores chihuahuenses que ahora figuran en el equipo de copa Davis de México, y algunos de ellos fueron becados para irse a jugar a Estados Unidos. Nunca fui profesional ni mucho menos, pero podemos decir que me defendia.
Luego, argumentando todos los pretextos baratos y absurdos que existen ("tengo mucho trabajo, no tengo tiempo, no tengo donde jugar, no me adapto a las raquetas nuevas, no tengo tenis, no tengo ganas, esta lloviendo, no esta lloviendo, hoy juega Federer no puedo salir, etc) lo dejé.
Duré casi 8 años sin jugar, salvo una que otra partidita de dobles ocasional con algunos amigos, pero nunca al ritmo o al nivel que acostumbraba en mis epocas universitarias. De pronto, hace unas semanas, me vuelve a surgir el tema del tennis y hace un par de dias decidí volver a tomar clases, segun yo, para recuperar el "toque", para pelotear y subir mi nivel rapidamente.
Con renovados brios y ganas de comerme al mundo, llegue a mi clase. "¡AGUAS NADAL!, ahí te voy" ( pensé yo, jaja); Lo primero que hizo el profesor fue observarme. Vió como le pegaba de derecha, de revés, como sacaba, como me plantaba en la cancha, como voleaba y como "atacaba la red". El profesor, al terminar su observación me dijo: "JUEGAS MUY BIEN....CLARO, SI VIVIERAS EN LOS 90´S."
OUCH!. Eso dolió, no solo física sino mental y espiritualmente. Me explicó que mi técnica era la correcta, hace diez años. Esto salva la reputación de mis antuguos profesores. Pero, tambien me explicó, que el tennis ha evolucionado tanto que ahora se juega con una rapidez y un poder endemoniado, por lo que para poder devolver decentemente un raquetazo de un jugador actual, es necesario, en mi caso, "desaprender" todo lo que sabía y aprender a jugar de nuevo con las técnicas actuales. Caso contrario, no duraría ni un set vivo en un torneo actual de amateurs.
Asi pues, durante casi 2 horas estuve aprendiendo a tomar la raqueta con empuñaduras que me parecieron no solo extrañas sino incómodas, "pero asi la agarra Nadal" me decía el asistente del maestro, un chavito de 19 años pero que le pega a la bola como si la odiara. Aprendí las nuevas técnicas de como sacar con mayor fuerza, como devolver saques que van a más de 100 millas por hora, me mostraron tipos de saques que desquician a cualquiera ( el famoso Kick serve, que parece que viene plano y a la hora de botar, la pelota sale en direcciones totalmente contrarias a la que uno espera, producto del efecto que se le da). En fin, puedo decir que mi gran sabiduría tenística se hizo añicos, y para cerrar con broche de oro, jugué un set con el chavito y me hizo pedacitos, de los chiquitos. Al final, me pasó varias direcciones de YouTube, para que "viera a Federer en la cámara phantom" y estudiara como es la técnica (lo hice y por cierto, es IMPACTANTE).
En fin, sufrí una humillación total, pero más enriquecedora de lo que me imaginé.
¿Por qué?...
- Porque recordé que todo conocimiento requiere actualización constante, si no, queda obsoleto y cada vez con mayor rapidez
- Porque en todas las areas, no solo en el tennis, el nivel de competitividad es brutal y requiere dedicación y pasion al 200%, si es que uno quiere sobresalir y no quedarse en el montón.
- Porque "desaprender" es un proceso mental doloroso, pero que finalmente rejuvenece el alma. Pisotear el propio orgullo, saber que no lo sabemos todo y que siempre hay mejores formas de hacer las cosas es algo que no se debe olvidar.
- Porque entendí, que nuestros prejuicios y propias opiniones formadas con años de "experiencia", pueden ser grandes bloqueos para nuestra vida personal y profesional
- Porque, una vez pasada la humillación, el sentimiento de RETO que queda es tan grande, que vuelve a mover las fibras de la pasión y del deseo de ser el mejor en todo lo que tengamos que hacer. En términos taurinos, se queda uno "picado" y con ganas de "Crecerse al castigo"
Y por último, porque este chango, aunque viejo, ha decidido hacer maromas nuevas.
UGA! UGA!...Citius Altius Fortius!
Aureliano Garcia