DECALOGO DE ANCLAJES NAVIDEÑOS

Hoy rompo una promesa que me hice a mi mismo a principios de este mes. Me prometí no hablar de la navidad, ni de las festividades de fin de año, tampoco iba  a hablar de mi punto de vista entre la evidente y materialista relación entre el concepto de navidad y las areas de mercadeo de miles de empresas, y mucho menos, de lo banal y absurdo que es querer demostrar lo que sentimos con un regalo cuando lo que realmente importa está, casi siempre, cerca de nosotros (o dentro de nosotros) y no tiene costo alguno. (Hey, no soy codo, ya tengo TODOS mis regalitos navideños, pero ¿que regalo cubre el amor que le tienes a tus padres, a tu esposa, a tus hermanos? Yo aun no lo encuentro en tiendas.)

Pero no pude. Y como ya es fin de año, dejaré el deseo de ser más fuerte con mis promesas hacia mí mismo para el 1 de enero del 2010 (Léase veinte diez, que parece que está de moda llamarlo así. Ok, mi otro deseo para "veinte diez" es dejar de ser tan mamarracho con el lenguaje). Hoy me regodeo en el pecadillo de hablar de lo que todo el mundo habla hoy y de ser "navideño" y menos "Scrooge" por al menos unos minutos.

Hoy quiero hablar de como la navidad es una época que se queda grabada en nuestra mente y alma de por vida. Y es que hay momentos o imágenes de la navidad que quedan, por ponerlo en términos psicológicos, "Anclados" para siempre y nos seguirán hasta el último de nuestros dias. La época de fin de año puede ser la apoteósis de la felicidad para algunos y la profunda y oscura sima de la depresión para otros. Cada quien habla depende como le fué en la feria. En mi caso, la feria siempre me trató muy bien y tengo memorias muy queridas de las navidades que me han tocado vivir.

Asi pues, hoy quiero compartir con ustedes mis 10 "anclajes" navideños FAVORITOS, las diez cosas que más recuerdo de esta época del año y que, al conjuntarse, forman la memoria colectiva muy personal del que este blog escribe.

Aqui les van, mis 10 "anclajes" Navideños:

1) El olor de la casa. Una mezcla de Guayabas, frutas y azúcar quemada, para los ponches. Luego el olor a pavo, a pierna, a tamales, a bacalao, a menudo al levantarnos por las mañanas del 25. Navidad puede ser definida como un olor, si lo pensamos bien.

2) La llegada de Santa. Yo creí en Santa por muchos años y agradezco a mis padres el mantener hasta donde pudieron esta experiencia inigualable. Nunca olvidaré que, con la conciencia remordiéndome, mandaba a mi hermana Cynthia por delante (siempre fue la mas valiente para este asunto), para ver si nos habían dejado regalitos debajo del árbol. La ansiedad llegaba al máximo cuando Cynthia se tomaba 2 segundos para asomarse por las puertas que daban a la sala, voltear a verme y decir con una enorme sonrisa: SI LLEGÓ!!!! MIRA, TE TRAJO LA BICI!!!!...A mis papás y a Santa,en verdad, mil gracias!...Y a Cynthia, que pantalones para asomarte sin ningún temor!!

3) La fiesta del 25. Una tradición que se fue diluyendo con el tiempo. Recuerdo que toda la familia nos reuníamos en casa de mi abuela, donde se hacía una fiesta con piñatas, intercambio de regalos, bolsitas de dulces, etc. Duró solo algunos años, pero definitivamente era el momento mas esperado por todos, el darnos el abrazo el dia 25. Ya en la adolescencia y juventud, el 25 era esperado porque en las noches nos ibamos de "antro" (rumba, marcha, fiesta) a felicitar a los amigos y amigas. Noche del abrazo en el "Robin", simplemente imperdible ( era un bar en Chihuahua, sorry por lo local)

4) Ana María. Mi sobrina ha sido el regalo más esperado de la familia. La navidad en donde la pasó con nosotros, solo que dentro de la barriguita de su mamá, fue increible. Sabíamos que el próximo año la conoceríamos y estaría feliz con sus regalitos. Un año después, una niña divina, sonriente y con toda la chispa estaba ya con nosotros. Definitivamente, la navidad más especial para todos...especialmente para los abuelos, habia que ver sus caras de felicidad al verla abrir sus regalos!!.

5) Blanca Navidad. Lo sabíamos cuando oíamos a mi mamá gritándonos. ¡¡Levántense, está nevando!!Tuvimos la fortuna de que Chihuahua amaneció nevada en varias ocasiones en pleno 25 de Diciembre. Tener 8 años, que Santa haya llegado a la casa y que puedas salir a jugar con la nieve era como pegarle al triple 7 en las maquinitas. Un combo insuperable. ¿¿Será que le pegamos este año??

6) La Avalancha. Ibamos rumbo a la cena en pleno 24 de diciembre, iba a ser en casa de mi abuelita Chata. En eso, un señor iba cruzando la calle con un carrito deslizador llamado "Avalancha" en sus manos, arastrándolo con las ruedas de atrás en la calle. El señor en media calle y mi papá avanza lentamente, cuando de pronto solo se escuchó el  ruido: "Crack" y era que le habíamos roto la llantita trasera a la avalancha con nuestro carro. El señor solo voltea y nos dice en su francés mas refinado: "¡¡ya me la chingóóóóó!! ( Traducción: "me ha estropeado ud el vehiculito"). Acto seguido, mi papá baja y se mete a la tienda de donde había salido el pobre señor y ni hablar, le repone la avalancha. Nunca olvidaré la escena. Y nunca supe ¿por qué no tuve una avalancha? Por cierto,¿todavía existen?.

7)LasArdillitas en Navidad. Y los Pitufos en navidad. Y toda la música navideña de la niñez. Todavia hoy es el dia que no puedo oirlas completas porque me entra una basura en el ojo que es bastante necia y nomás no se sale!!.

8)La oración de Blanquita. No es navidad si mi mamá no se avienta el evangelio del nacimiento de Jesús antes de cenar. Y aunque a veces nos daba flojera, ahora lo espero como parte de una tradición familiar importante. "Jesús nace en Belen". Con esta frase, comienza la cena y se cierra el ciclo tan esperado: La cena familiar del 24 de Diciembre. Gracias Blanquita, por crearnos la cultura de no olvidar lo que estamos celebrando.

9) La cantada con el Coro. Esto es de la primaria, cuando aun tenía buena voz (UUUUHHH ya sé ya sé, fue hace muchos años). Cantabamos Cynthia y yo con el coro de mi querida escuela primaria Luis Urias B., y recuerdo como nos escuchaba el público que se iba juntando en una calle peatonal de Chihuahua en donde la gente aun hace sus comrpas navideñas. Villancicos al por mayor, aplausos y la cara de los papás orgullosos de que sus hijos hayan salido tan afinadotes. ( Ojalá y no me vean en el karaoke, mi garganta se atrofió para lo del canto, y como dijo Pedrito Infante: "de ese chorro de voz,nomás me quedó el chisguete).

10) El pase de estafeta. Desde que Cynthia y yo pudimos ser ayudantes de "Santa" para nuestra hermana menor, Marcela, mis papás ya trabajaban en algo muy importante con nosotros: El pase de la estafeta.
Y en mi caso, la navidad pasada ya fue en otro estatus. La pasé con mis papás y con mi esposa. La tradición continúa y ahora seguiremos haciéndolo en esta nueva familia que formamos Yaz y yo. Aun no hay niños rondando por la casa, pero estoy seguro que cuando lleguen, no se salvarán de oir las ardillitas, de cenar delicioso, de leer el evangelio y de reir de felicidad cuando llegue Santa. Asi será. No tengo palabras para agradecer a mis padres por inculcarnos tan profundamente la tradición. Es el mejor regalo de navidad que nos han dado.

Este año nos toca por primera vez en casa de la mamá de Yaz y ya estoy listo para el Karaokazo, asi se enoje el mundo! Estoy seguro que será otra fiesta navideña memorable, digna de anclaje.

Ahi esta el decálogo. Como pueden ver, estoy "anclado" y fuerte con la navidad. Y por primera vez en muchos años, me siento feliz de haber roto el pacto conmigo mismo. Lo necesitaba.
Por favor, siéntanse libres de poner su decálogo en los comentarios, créanme, es un buen ejercicio para la mente y para el alma.

Felices fiestas para todos, no importa que celebren: Navidad, Hannukka o al Dios Sol o a la Diosa Roca de la Montaña. Es igual. Siempre y cuando la celebración los reciba con cosas buenas para "anclarse". Que así sea.

Un abrazo

Aureliano García